ASCLEPIO Y EPIDAURO - POR RUBÉN CEDEÑO
ASCLEPIO Y EPIDAURO
Libro: Grecia Iniciática
Visitar Epiduauro es uno de los objetivos primordiales cada vez que ponemos pie en Grecia, para que los grupos de estudiantes se impregnen de la salutífera radiación del Señor Asclepios de la Medicina y se incentiven a trabajar por la curación en el mundo de forma gratuita y por medios físicos y espirituales.
Es encantador visitar el museo de Epidauro y ver su cantidad interminable de objetos quirúrgicos usados en la época de la Grecia antigua, que parece mentira que en ese tiempo tan remoto antes del nacimiento de Jesús, hubiera tanto adelanto. Y por supuesto otro de los atractivos es ver allí el original de la imponente estatua del Señor Asclepios. Al salir del museo es un obligado insustituible, visitar el anfiteatro por su inmensidad, perfecta conservación, su estupenda acústica y añorar a María Callas cuando cantó aquí la ópera Norma de Bellini y el milagro que el Señor Asclepios le hizo.
Pero una de las cosas que más me impresionan cada vez que venimos a Epidauro, son las piedras de este sitio que son verdes del color de la salud y la curación. Es que no es muy común ver un lugar con todas las piedras naturales de color verde. Y por probar, de que no sea esto una ilusión de los sentidos, siempre me llevo una, a ver si después de tenerla en casa y el transcurrir de los años sigue estando verde y es en un hecho irrefutable. A través del tiempo he estado viendo como han ido restaurando piedra a piedra el Templo del Señor Asclepios, el Tholos y otros lugares emblemáticos del lugar. Lo que más me fascina es pensar e imaginarme la enigmática visita que hace el Señor Asclepios en las noches para curar a los pacientes que aquí pernoctan. Ahora que se han activado tanto las Hermandades de Asclepios por todo el mundo, reviste un nuevo atractivo venir de visita con sus miembros a tan magnético lugar.
La novedad de la más reciente visita al Templo del Señor Asclepios de Epidauro fue poder tener acceso al Abaton donde a forma de hospital actual, colocaban los pacientes para que el Señor Dios Asclepios en la noche los visitara y los sanara. Allí pudimos renovar los votos del “Juramento Hipocrático” que el Doctor Musi llevó hermosamente impreso y regaló a todos. Pudimos meditar, invocar y sentirnos como en la casa paterna de nuestro Padre Asclepios. De allí nos dirigimos a una sorpresa que recientemente fue dada a conocer públicamente y es la Fuente de la Curación a la entrada antigua del recinto y que a pesar de estar vallada logramos acceder y tomarnos fotos junto a ella. Fue un día maravilloso, muchos sueños realizados, cantidad de estímulos avivados, un día para recordar. La foto que nos tomamos con el grupo en el Anfiteatro de Epidauro salió con puntos de luz verde, ¿por qué será?