CÚRATE A TI MISMO
Si te aqueja un problema de salud y no sabes qué hacer, perdiste la fe en tu curación o en la de otra persona, estás en la sala de espera de un hospital o clínica, te encuentras en vela cuidando algún enfermo, toma en tus manos "Cúrate a ti mismo" y comienza a leerlo en cualquier parte -o de arriba a abajo- tantas veces o la cantidad de páginas que te sean necesarias, hasta que te tranquilices y recobres la fe en Dios. Esta lectura hará la labor de polarizarte en Salud, cambiando tu actitud mental ante la situación.
SALUD PERMANENTE
La salud -o estado de funcionamiento perfecto de nuestros cuerpos físico, etérico, emocional y mental - es una radiación constante que pulsa hacia cada célula para mantenerla en su correcto estado de funcionamiento. Pero esta radiación de salud constante se convierte automáticamente en enfermedad cuando, por inarmonías y transgresiones a la Ley, las células entorpecen su funcionamiento.
La Voluntad de Dios es que nuestro cuerpo sea saludable, esté consagrado a la Divina Presencia de Dios "YO SOY" y sea un vehículo de Consagración para toda la vida de los Reinos humano, animal, vegetal, mineral, y de todos los planos inferiores.
Extraído de "Cúrate a ti mismo" de Rubén Cedeño