BUSCADORES DE LA VERDAD
Por el Maestro Hilarión
Amados amigos que han buscado el Sendero de la Verdad a lo largo de las edades, vengo a felicitarlos por su constancia y su búsqueda. En esta Tierra, la Verdad no ha sido bienvenida a lo largo de muchas edades, y los buscadores de la Verdad siempre han sido una minoría. La gran mayoría de la gente siempre ha preferido avenirse a alguna religión ya existente, y no ha deseado atravesar por la autodisciplina, abnegación y las iniciaciones más rigurosas que se necesitan para encontrar las reales Verdades de Dios.
En cada edad y en cada siglo, la mayoría de los individuos nace dentro de una actividad religiosa en particular ya confirmada por sus padres, y rara vez sube más de un escalón en una encarnación dentro de la religión en la que ha nacido y crecido. Pero siempre hay unos cuantos, siglo tras siglo, que vienen a la encarnación, una y otra vez, con la suficiente valentía como para enfrentarse a la hipocresía, las medias verdades, el dogmatismo, los rituales y los conceptos humanos, y que esperan encontrar el camino verdadero.
En esta encarnación, así como en muchas anteriores, ustedes, mis oyentes y lectores, han buscado al menos una vez lo que es la Verdad, esa Verdad de la habló Jesús, el Cristo: “Conozcan la Verdad, y la Verdad los hará libres”. Nuestro honor, responsabilidad y obligación para con el universo, como representantes de la Hermandad de la Verdad en Creta, es dar toda la asistencia de Dios a las corrientes de vida –no solo a las no ascendidas y encarnadas, sino también a las que esperan a las puertas del nacimiento-, cuando verdadera y honestamente desean saber lo que es la Verdad. Como lo ha dicho el Amado El Morya, el año 1957, desde un punto de vista externo, puede no ser un año de confort para ustedes.
Esto es así porque, cuando invocan sinceramente la Llama de la Verdad, esta comienza a actuar en sus cuerpos emocional, mental, etérico y físico, disolviendo conceptos humanos, de la misma manera en que se tumba a pedazos el yeso, para encontrar dentro el hermoso mármol de los antiguos monumentos construidos en tiempos remotos. Mientras se derrumban muchos de sus conceptos, experimentan una temporal sensación de confusión y caos, que será reemplazada por una convicción más firme de la Verdad.
Extraído del Libro “RECINTOS DE CURACIÓN”, del MAESTRO HILARIÓN.
Editorial Metafísica.
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