Mucha gente habla de la droga; una gran cantidad de personas la condenan; otros la defienden, la trafican y consumen; y una minoría comprende y ayuda. Cuando hay una situación que resolver, o un objetivo que lograr, si se condena, critica o juzga, no se contribuye en nada para resolver el asunto. Cuando las partes se avienen con la intención –primero que nada- de comprender, y con todo el amor para ayudar, se llega a grandes soluciones. Esto es lo que puede suceder con aquellos que tienen la apariencia de adicción a las drogas y los que anhelan su solución.
Extraído del Libro “NO HACE FALTA LA DROGA”, de Rubén Cedeño.
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