Cada expresión manifiesta en cada plano está formada por energía en vibración, Vida Divina. El Control consciente de la frecuencia vibratoria es maestría. La falta de control de las vibraciones que salen inconscientemente de uno mismo o de otro, es atadura. La Religión y la Ciencia un día se reunirán cuando esa verdad sea aceptada por las mentes de los líderes en ambos campos de esfuerzo. Con respecto a la Celebración de Pentecostés, me gustaría señalar que la frecuencia vibratoria del alma está determinada por los pensamientos y sentimientos del ser externo, no solo durante las dulces horas de Oración, sino a lo largo de todo el día. Cuando esas vibraciones son inarmónicas, depresivas, impuras o, generalmente, imperfectas, la frecuencia vibratoria del alma es baja, densa y no es receptiva a las vibraciones más finas, más altas, más puras del espíritu. En otras palabras, no hay un vehículo que pueda recibir los regalos del Espíritu Santo. En el mundo moderno, si no hay un aparato de radio o televisión para “captar” la frecuencia vibratoria de los programas que llenan el espacio, los individuos no reciben estas ondas ni pueden disfrutar de los programas.
Si el alma está en cortocircuito por las vibraciones imperfectas creadas en la conciencia, por sus pensamientos y sentimientos, los regalos y las bendiciones del Espíritu Santo fluyen alrededor del individuo hasta que encuentran una puerta receptiva a las cualidades de paz, salud, pureza, iluminación, fe, que son magnetizadas por similitud vibración. El hombre sencillo que busca al Santo Confortador entrando en su interior, en el Lugar Secreto del Altísimo (por medio de la elevación de la frecuencia vibratoria de su alma), será visitado por la Presencia de acuerdo con ese esfuerzo consciente.
Extraído del Libro “RECINTOS DE CURACIÓN”, del MAESTRO HILARIÓN.
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