La Estrella Secreta del Amor es la personificación, en forma de Estrella, de la fortísima y hermosa radiación formada por el aura del Cristo Interno del Maestro Jesús, tan grande y poderosa, que se hizo visible físicamente en Belén para el momento del nacimiento de Jesús. Esta Estrella estuvo presente durante los treinta y tres años de su ministerio, lo envolvió en el momento de su Ascensión y lo elevó para el cielo; pero se quedó en la tierra brillando y se activa cada Navidad con la cercanía del Espíritu de la Navidad, a quien también representa.
La Estrella Secreta del Amor tiene su radiación activa, enclave y Campo de Fuerza en la Ciudad de Belén, en Palestina, y es símbolo de la aspiración espiritual que nos devela la Verdad y el discernimiento. Ella espera que comprendamos que en cualquier contienda, guerra o división sólo hay perdedores; sólo se gana cuando hay unidad afectiva entre unos y otros. Ella fue la que los Reyes Magos vieron, y por eso se encaminaron hacia Belén a adorar al niño Jesús. Los Reyes Magos dijeron: “¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque Su Estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle”. La Estrella iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño.
Este esplendor de la Estrella Secreta del Amor ha vuelto a aparecer en la tierra y permanecerá durante toda esta Nueva Era de Acuario. Esta Estrella existe y puede ser percibida, aunque no se la pueda detectar astronómicamente por no tratarse de un sol físico que está radiando en el espacio. Es un Poder Interno que sostiene, como característica predominante, el elemento del Amor en perfecto equilibrio con la Sabiduría y el Poder, que son las cualidades de las Tres Llamas del Cristo Interno. La Estrella del Amor existirá en la medida en que nosotros asumamos la conciencia del Cristo Interno.
Meditar y reconocer la Estrella Secreta del Amor, produce la sensación de que nos estuviera abrazando un gran Ser de LUZ, dejando nuestros pies sin tocar el piso, ya que su actividad es como el abrazo de alguien que nos ama apasionadamente.
Podemos imaginar, por encima de nuestra cabeza, cómo brilla la Estrella Secreta del Amor, del discernimiento y la intuición, haciéndonos vivir solamente para lo que tiene importancia transcendental en la vida interior, sin apegarnos a lo transitorio y entregándonos a la vida espiritual, desenvolviendo el Cristo Interior y ayudando a los demás a que lo despierten. Lo más grande que podemos hacer por otro ser humano es despertarle su Cristo Interior. (…)
Fragmentos del Libro “ESPÍRITU DE LA NAVIDAD” de Rubén Cedeño.
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