Habíamos planificado ir a Hope Valley para recibir, allí, al Espíritu Envolvente de ese año, que era el Arcángel Gabriel. A través de Internet, mandé la planificación por escrito, de forma privada, para un grupo selecto. Nadie se sumó, el viaje se canceló y con otras personas planificamos ir a recibir el año al Templo de Pallas Atenea, en Tennessee, y a Unity, en Kansas City. Pero lo que mi corazón deseaba era ir a Hope Valley, y afirmé: “Si está en ley, se arreglará”. La persona que dirige la página web, por una equivocación -no por casualidad, sino causalidad-, puso el prospecto del viaje por Internet y comenzó mucha gente desconocida a decir que quería ir. Quien dirige el grupo de los Ángeles dijo que podía asumir la excursión a Hope Valley. Se armó el viaje, arreglamos todo en la agencia y terminamos haciendo una linda ceremonia en el lugar, con decenas de personas.
Extraído del Libro “MILAGROS DE CURACIÓN Y OTRAS COSAS”, de Rubén Cedeño.
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