ILUMINACIÓN DIVINA
Por el Maestro Hilarión
Dado que tengo la gran alegría de estar entre quienes se esfuerzan por enseñarle a los individuos la Ciencia de la Automaestría, no puedo enfatizar demasiado la necesidad de que el estudiante sincero desarrolle, desde su interior, la verdadera Iluminación Divina, que difiere de la acumulación intelectual que únicamente llena la conciencia cerebral e infla el ego personal.
La Iluminación de Dios siempre se expresa con verdadera humildad, sabiduría, altruismo y consagración impersonal en la línea particular de esfuerzo constructivo a la cual el individuo se ha ofrecido a servir, exteriorizando así –por medio de buenas acciones- su parte del Plan Divino. En cualquier avenida de servicio al que hayan consagrado sus energías de vida, este puede ser mejor desarrollado y expandido (particularmente durante este período de treinta días) si aprovechan la oportunidad que tienen de estar más cerca de la Llama de la Iluminación, dándole su atención rítmica durante unos minutos cada día. Esta práctica permitirá que esta gloriosa Llama expanda y enriquezca las habilidades de ustedes para servir a su prójimo con mayores bendiciones.
Extraído del Libro “RECINTOS DE CURACIÓN”, del MAESTRO HILARIÓN.
Editorial Metafísica.

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