La Quinta Iniciación es el logo evolutivo conocido como la Ascensión, y marca la salida del Samsara o Rueda de Reencarnaciones en la Tierra.
Los siguientes puntos: 1º, el cambio de órbita del globo terráqueo a la órbita de Venus; 2º, el enderezamiento del eje de la Tierra; 3º, el amanecer de la Edad Dorada; 4º, la entrada en la Era de Acuario; 5º, el surgimiento de la Sexta y la Séptima Raza, 6º, la entrada del Foco Femenino de la Tierra, traen como consecuencia que lo único imperioso en la vida del estudiante actual es que solicite su Ascensión y la de toda la humanidad, para así permitir el acceso planetario a los siete puntos antes mencionados.
Se puede Ascender con dos motivos:
1º Liberarse del Samsara y tomar uno de los siete Senderos que se le abren al ser, una vez adquirida la Iniciación.
2º Al Ascender, acogerse a los votos de Boddhisattwa, y entonces renunciar a la Gloria del Estado Mayor Ascendido, para quedarse en la Tierra hasta que todas las corrientes de vida logren su liberación.
Esta última es la mejor decisión de todas. A los que tienen la oportunidad de enterarse de esta clase se les ruega convertirse en Nirmãnakãyas o Renunciantes al Nirvana para que ayuden a toda la humanidad; lo contrario sería un supuesto egoísmo espiritual.
Para llegar a ser un “Jivanmuka”, ser liberado o Ascendido, es necesario haber pasado por las “Cinco Iniciaciones Mayores” o adquirir el logro de estas. Algunas veces se atraviesa el proceso de las cinco Iniciaciones según los rituales y pasos narrados por Leadbeater en “Los Maestros y el Sendero”, pero debido a la aceleración cósmica del momento, se pueden acumular los logros de las cinco Iniciaciones de una sola vez y dar el gran paso, que sería así como la toma del Reino de los Cielos por asalto.
Para tener una guía certera al respecto de los logros de cada Iniciación, les hemos sintetizado lo que dice el Maestro Djwhal Khul de cada una, de modo que comiencen a acumular los logros de estas, hagan el favor de Ascender y, así, alivien la carga de la Amada Inmaculada, Guardiana Silenciosa de nuestra Tierra.
Puesto que el Principio Búddhico es el unificador (o el fusionador) de todo, en la Quinta Iniciación, el Adepto se desprende de los vehículos inferiores y se afirma en Búddhico, desde donde crea su cuerpo de manifestación.
Extraído del Libro “D. K. MASTER”, de Rubén Cedeño.
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