“La meta de la evolución en los tres mundos –los Planos Físico, Emocional y Mental- consiste en alinear la Triple Personalidad con el “Cuerpo Egoico”, hasta llegar a obtener la línea recta y que el hombre se convierta en el Uno”. Por lo tanto, estudien cuanto puedan a este respecto y practiquen la coordinación física; luego agreguen a esta, la estabilidad emocional; y así los dos vehículos funcionarán como uno.
Por medio de la meditación, la disciplina y el servicio, el hombre se convierte en una luz radiante que ilumina los tres mundos.
La meditación comienza cuando la mente puede mantenerse firmemente en la Luz del Alma.
La meditación es peligrosa cuando no existe el deseo de servir. El servicio es otra palabra con que se designa la utilización de la fuerza del Alma en bien del grupo.
Es esencial que los discípulos de un Ãshram sean contemplativos, pero en sentido ocultista, no místico. En el trabajo de meditación, el objetivo debería ser alcanzar lo más rápidamente posible el punto más elevado del proceso, pasando con rapidez por las etapas de concentración, alineamiento y meditación, hasta llegar a la contemplación. Una vez alcanzado este elevado punto, procuren mantenerlo; de esa manera aprenderán a actuar como Almas en su propio mundo, contemplando el mundo de las energías en el que todos los iniciados trabajan, y donde algún día, en esta o en otra vida, cada uno de ustedes tendrá cabida.
Los estudiantes deben practicar regularmente la meditación. Durante esta, dediquen un breve período a tratar de vincularse con sus condiscípulos, enviándoles amor, fuerza del Alma y ayuda.
Extraído del Libro “D. K. MASTER”, de Rubén Cedeño.
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