MILAGROS

Dice Mamá Norita: un metafísico que no hace milagros, no es metafísico. Los metafísicos no tenemos solamente el conocimiento intelectual de la Enseñanza, sino también una actitud mágica ante la vida. Todo Metafísico debe ser mágico y si no lo es, debe tratar de serlo, cambiando situaciones adversas en favorables. Un metafísico lleva alegría donde hay tristeza; lleva fe donde hay desesperanza; si no hay dinero, lo hace aparecer; si hay un viaje que no se puede hacer, se hace; cuando hay enfermos produce curación y si hay escasez, produce prosperidad. Se disuelven aquellos imposibles que existían antes de ser metafísicos. El metafísico confirma, con su manera de pensar y de ser, que la Metafísica es una Verdad que puede ser llevada a la práctica.

Texto de Rubén Cedeño, "Perfil de la Metafísica" publicado por Editorial Señora Porteña