PRINCIPIO DE VIBRACIÓN

Por el Maestro Hilarión

 

Cada pensamiento y cada sentimiento, cada virtud y cada vicio, contribuye a la “conciencia masiva” de esa cualidad en particular. Las energías calificadas de todas las inteligencias pertenecientes a cada evolución fluyen constantemente a ese estrato. De igual manera, cada individuo se sintoniza y extrae de la “conciencia masiva” el pensamiento o sentimiento en particular que elige cobijar e intensificar a través de sus propios cuerpos emocional y mental.

 

 

Existe un estrato de energía que vibra a determinada longitud de onda, alimentando permanentemente por aquellas personas que expresan toda posible emoción y pensamiento que emana de ellas. Existe también un estrato de las Cualidades y Virtudes de los Maestros Ascendidos.

 

 

El Amor no es más que una expresión de los muchos Aspectos de esta Conciencia Divina. El Amor es UNO, y cuando un individuo es amoroso, inmediatamente se sintoniza con el estrato del Amor y se vuelve uno en conciencia con todos los que aman a lo largo y ancho del universo.

 

 

La Sabiduría es UNA, y cuando alguien la busca, inmediatamente se sintoniza con las ondas vibratorias de esta cualidad, que es alimentada por los Seres Divinos de los Reinos Superiores, y es aprovechada por todos los eruditos del mundo.

 

 

La Pureza es UNA, y toda alma que aspire a purificarse a sí misma, inmediatamente ingresa al estrato del pensamiento y sentimiento desde la presión ejercida en torno a la Purificación es la virtud especial.

 

 

Sucede lo mismo con las cualidades discordantes. Uno no puede ni siquiera contemplar un pensamiento de celos, sospecha, odio o enojo, sin volverse inmediatamente UNO con el estrato correspondiente a esa cualidad masiva, como también con los individuos que vibran con esas corrientes de pensamientos y sentimientos destructivos alrededor del planeta. Aquí tenemos otro ejemplo de la afirmación que tantas veces se ha repetido: “lo igual atrae a lo igual”.

 

 

Extraído del Libro “RECINTOS DE CURACIÓN”, del MAESTRO HILARIÓN.

Editorial Metafísica.