La Presencia de Dios es invocada en emergencias y en crisis personales, nacionales e internacionales. Sin embargo, no es usual que se cultive la Presencia de Dios de manera diaria y en una asociación personal. Ahora es tiempo de que el chela sincero invoque a esa Presencia a través de sí mismo, y luego a través de toda la humanidad, ¡para que cumpla su razón de ser!
¿Por qué la Presencia parece ser tan efímera, tan irreal? ¿Por qué parece tan difícil que el ser extremo deposite su fe en Ella? Porque a lo largo de las edades, la conciencia externa ha procurado vivir sin su consejo, guía y amistad. En cada esfera individual la práctica trae como resultado el desarrollo de las capacidades y talentos del individuo. Practiquen la Presencia de Dios en ustedes AHORA. ¡INVOQUEN A ESA PRESENCIA PARA QUE TRABAJE EN CADA DETALLE DE SUS VIDAS! LUEGO, ESPEREN LA RESPUESTA. Y MIENTRAS HACEN ESTO, LA PRESENCIA DE DIOS EN USTEDES, QUE TIENE COMO HÁBITAT EL REINO DE LOS CIELOS, COMENZARÁ A EXTERIORIZAR ESE REINO A TRAVÉS Y ALREDEDOR DE USTEDES.
En este mundo de las formas, ustedes saben cómo todo individuo trae su personalidad, preferencias, aura y atmósfera consigo, creando en su hogar una exteriorización de su conciencia. ¡Lo mismo sucede con la Presencia de Dios, cuando se la invita y se le da la oportunidad de hacerlo!
Extraído del Libro “RECINTOS DE CURACIÓN”, del MAESTRO HILARIÓN.
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