Hoy me gustaría atraer la atención de ustedes hacia la Puerta Verde. Podría decirles que este Departamento es mucho más grande que muchos otros. ¡Oh, las benditas personas consagradas que llegarán allí!
Han oído hablar de los diferentes aspectos de este Rayo; muchas mentes están ansiosas por producir algo que beneficiará al planeta Tierra. Ustedes saben que muchos son rechazados aquí a causa de ese elemento de la personalidad que busca vanagloria, para que vuelvan a intentarlo. Nosotros sentimos una compasión especial por ellos. Hay muchos de ustedes que, al venir a esta puerta, podrían ayudar a estos benditos seres. Las exquisitas melodías que se escuchan durante los Servicios de Curación son de una gloria tremenda; el éxtasis de esa música infiltrará las conciencias de muchos individuos, quienes producirán los así llamados “milagros”. Por supuesto que Yo no soy parcial, pero deseo mencionar a los grandes hombres y mujeres que sirven a la curación del cuerpo y de la mente, y deseo desengañar a toda conciencia sobre la creencia de que es preciso ser curados mediante la Luz, tal vez aún no estén listos para ello, y ciertamente desde el Templo de la Verdad no enviaríamos a hombres y mujeres a sanar, si no fuera a la manera de Dios.
Llegará el día que serán capaces de sanarse a ustedes mismo mediante el Verdadero Ser en ustedes, el Cristo Interior. Pero Nosotros necesitamos estudiantes que dediquen sus energías a la totalidad de los Siete Rayos. Es muy cierto. Estoy seguro de que todos serán bendecidos con la Iluminación de Dios cuando deseen venir a Nosotros, así que visítennos. Oh, no les diremos: “Pasen y enseñen”. Habrá Hermanos y Hermanas de Nuestro Retiro quienes les mostrarán el mejor método a seguir.
Deseamos que en el centro de sus conciencias impriman el decreto que muchas veces se ha repetido con la canción “La Verdad es sumamente Preciosa para mí”. Sus propias almas claman por la Verdad, y esta es la razón por la cual este año estamos usando la Llama Violeta Transmutadora con tanta intensidad para consumir los registros humanos existentes en todos los estudiantes que transitan el Sendero con Nosotros.
Extraído del Libro “RECINTOS DE CURACIÓN”, del Maestro Hilarión.
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