Es sumamente necesario que afluya Amor a los corazones de la humanidad; ese Amor puro, desinteresado, que no secuestra ni aparta a nadie, proviene del “Tercer Aspecto del Logos”, que es el “Amor de Dios”, y puede ser visualizado como un inmenso corazón abarcando la infinita esfera que connota el Logos Cósmico e irradiando hacia la humanidad. Dios, como el Logos Cósmico, es la esencia de los “Tres Divinos Aspectos” básicos de la constitución Divina y terrena –si así se lo pudiera llamar-, y es Mente, Corazón y Acción.
Extraído del Libro “D. K. MASTER”, de Rubén Cedeño.
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