Cuando vestía un cuerpo físico, me esforzaba al máximo intentando servir a quienes había venido a ayudar. Esa es la razón por la cual “YO ESTOY” familiarizando con las condiciones que enfrentan algunos de ustedes, queridos chelas. Siempre parece haber tanto que hacer, tanto servicio que prestar, y ahora, en mis vehículos ascendidos, me doy cuenta de la completa libertad que realmente significa la Luz. Incluso, sin siquiera una onza del así llamado “esfuerzo”, la cantidad de servicio se incrementa por millones.
Conozco la extasiante bendición de la Ascensión que se les ha descripto, pero como alguien que recientemente ha atravesado tal iniciación, les digo que esta inimaginable desde el punto de vista humano. Todo lo que su Corazón alguna vez ha deseado realizar en servicio a Dios se abre ante ustedes. Las oportunidades son infinitas, y la energía para realizar dichas oportunidades también es ilimitada en sus perfectos vehículos de Luz. Cada uno experimentará esto a su debido tiempo.
Disfruten esta tarde aquí. Le pediré a los Ángeles que sirve conmigo que los escolten para que regresen seguros a Maracaibo, donde el trabajo del Poderoso Luzar requerirá la atención de ustedes. Invóquenme frecuentemente, pues hay mucha energía del Quinto Rayo evolucionando entre ustedes. Ustedes son un grupo de colaboradores en el servicio muy desarrollados, y por eso Estoy agradecido. Ahora que han encontrado dentro de mi conciencia, nunca la abandonarán y, en el instante en que invoquen una bendición desde mi Presencia, les será enviada a ustedes de acuerdo a su Fe. De este modo, mi servicio se expande hacia quienes saludan en su servicio, y así la Luz se expande en Su propio servicio de Confortamiento y Curación.
Los Bendigo, a cada uno de ustedes, como su amigo e instructor de la Curación en el Quinto Rayo.
Extraído del Libro “RECINTOS DE CURACIÓN”, del MAESTRO HILARIÓN.
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