¡ZAPATEA!

Un maestro tenía una estudiante que lo traicionaba, le quitaba los participantes y se metía en los sitios donde publicaban sus escritos y libros. ¡El maestro le enviaba amor y perdón todo el día, todos los días!, pero la mujer seguía molestando, y la situación llevaba años. Un día, el Maestro consultó con su Gurú: "¿Hasta cuándo esta mujer me va a seguir importunando? Ya no la aguanto más. ¡Dime en qué estoy fallando! Le hago todos los mantras, la envuelvo en todas las radiaciones que mencionan los libros sagrados, y nada. ¡Dime! ¡Qué es lo que tengo que hacer!". El maestro se quedó mirando al Gurú, quien le respondió con una sola palabra: "¡Zapatea!" El maestro entendió.

A fuerza de escándalos, la sacó de los lugares que no le pertenecían por derecho de consciencia. Mientras tanto, el maestro siguió siendo quien era, ahora tiene muchas editoriales y eso aún más famoso.

Esto permite comprender que no hay que ser pasivo ante el mal; que practicar la Metafísica no significa ser pasivo; hay que ser activo, reaccionar; ser inconforme.